Metro de Málaga, sociedad concesionaria de la Junta de Andalucía, consumirá este año 2018 energía cien por cien de origen renovable, lo que supone la reducción prácticamente a cero de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Concretamente, según la calculadora de huella de carbono del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, la del Metro de Málaga estimada para 2018 se cifra en la emisión de 115 toneladas equivalentes de CO2, lo que evidencia "la baja repercusión que producirá el ferrocarril metropolitano malagueño en el medio ambiente".
Esta cantidad se corresponde con las emisiones de CO2 asociadas al consumo de electricidad, así como otras relativas a los sistemas de climatización y a la utilización de vehículos que funcionan con combustibles fósiles, según han indicado desde la Junta en un comunicado, "metro de Málaga se convierte en un sistema de transporte más respetuoso con el medio, gracias a la compra de energía 100 por cien de origen renovable", han recalcado.
La "escasa incidencia" que este sistema de transporte supone para el medio ambiente significa que los más seis millones de usuarios que se prevé que utilizarán el metro este año "lo hagan a coste cero para el medio ambiente, en lo que respecta a emisiones contaminantes", por contra, si este número de personas realizaran sus desplazamientos en vehículo privado se generaría más de 4.200 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.
demás de la utilización de energía 100 por cien de origen renovable, Metro de Málaga genera energía fotovoltaica a través de paneles solares ubicados en las instalaciones de Talleres y Cocheras, "lo que redunda de forma positiva en su aportación en beneficio del medio ambiente".
Fuente: ECONOTICIAS