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    "COLOMBIA SE HA UNIDO AL MOVIMIENTO DE AMÉRICA LATINA HACIA LAS ENERGÍAS RENOVABLES"

    La directora de la organización analiza la Situación Mundial de Energías Renovables en el país. Dice que es necesario mejorar la infraestructura de transmisión y se debe establecer un respaldo normativo para aprovechar el creciente impulso de las energías provienente de fuentes no convencionales.

     

    Rana Adib, secretaria ejecutiva de REN21, organización global que cada año entrega un informe del GRS (siglas en inglés) sobre la Situación Mundial de Energías Renovables, afirmó que Colombia se ha unido al movimiento de América Latina hacia la generación con este tipo de fuentes.
    “La energía solar, eólica y la biomasa ahora comprenden más de un tercio de los 14,708 megavatios registrados en etapas tempranas de Colombia”, destacó Adib a El HERALDO.

    La ejecutiva precisó sobre el informe global que la capacidad total de energía renovable de América del Sur en 2017 fue de 202 GW, de los cuales 166 GW son hidroeléctricos. En América Latina, el crecimiento general de las energías renovables no hidroeléctricas se mantuvo sólido en 2017, y los mercados de la energía eólica, la energía solar fotovoltaica y otras tecnologías renovables están surgiendo en muchos países de la región.


    P. ¿Cómo evalúa a Colombia en sus objetivos de ir involucrando las energías renovables en su matriz y de acuerdo a su aporte a las cifras globales?
    R. La capacidad total de energía renovable de América del Sur en 2017 fue de 202 GW, de los cuales 166 GW hidroeléctricos. En América Latina, el crecimiento general de las energías renovables no hidroeléctricas se mantuvo sólido en 2017, y los mercados de la energía eólica, la energía solar fotovoltaica y otras tecnologías renovables están surgiendo en muchos países de la región. Las fuentes de energía renovables (principalmente hidroenergía) representaron casi dos tercios del suministro de electricidad de la región en 2016. La capacidad de energía de Colombia a partir de energía renovable fue de 12 GW, de los cuales 11,7 GW provienen de energía hidroeléctrica con 20 MW de energía eólica y 292 MW de bioenergía (combustibles sólidos). Colombia encargó su primer parque solar (9.8 MW) en el sitio de una antigua planta de energía a carbón; el país está recurriendo a la energía solar para diversificar su mezcla de electricidad, que depende en gran medida de la energía hidroeléctrica.

    P. Colombia aumentó su mandato de mezcla de biodiésel para regiones específicas del país de B8 a B9, ¿Cómo puede valorar este dato dentro del contexto de América Latina?
    R. Colombia ocupa el puesto 15 entre los 15 principales países en producción de biocombustibles en 2017. Su posición se mantiene sin cambios desde 2016. En 2017, su producción fue: Etanol: 3 mil millones de litros. Biodiésel (Fame): 6 billones de litros.
    Colombia administra sus mercados de biocombustibles utilizando un sistema de mandatos, desgravaciones fiscales, regulaciones ambientales y controles de precios. El uso total de biocombustibles ha crecido modestamente desde 2012. En los últimos cinco años, el uso de combustible y etanol aumentó un 21% a 457 millones de litros.
    El biodiésel subió levemente pero cayó, lo que llevó a una disminución general del 5% a 528 millones de litros. Con la continua expansión del consumo de gasolina y diesel, la tasa promedio de mezcla nacional ha oscilado entre 7-8% para ambos combustibles sin una tendencia al alza para el etanol y un poco de disminución del biodiesel.
    La producción de etanol ha aumentado la mayoría de los años en respuesta al uso interno ampliado, mientras que las exportaciones se mantienen en cero y las importaciones se controlan cuando amenazan a la industria nacional. El mercado de biodiésel se ha estancado en su mayoría, con poco crecimiento evidente en los últimos 5 a 6 años, aunque la producción y el uso están muy por encima de los niveles previos a 2011. Para cumplir sus compromisos de cambio climático en la Conferencia de París sobre el Clima 2015 (COP21), Colombia aumentó el mandato de la mezcla de biodiésel de B8 a B9 en la región central del país (incluida Bogotá) en abril de 2017.

    P .¿Qué puede contarnos de la demanda de la energía de Colombia y las emisiones de CO2 de Colombia frente a otras naciones vecinas?
    R. La intensidad energética de América Latina se mantuvo estable entre 2011 y 2016. La eficiencia de la generación de electricidad cayó un 3,7% en la región de América Latina y el Caribe. Entre 2011 y 2016, la intensidad eléctrica del sector servicios aumentó en América Latina (2,1%). Colombia es actualmente el segundo país en América Latina en consumir más unidades de energía que la cantidad de puntos del PBI. Lo que refleja el considerable crecimiento en la demanda de energía de Colombia. En emisiones de CO2 per cápita, teniendo en cuenta cifras de 2015,Colombia produce 1.50 toneladas métricas, Venezuela, 4.40 toneladas métricas; Ecuador, 2.33 toneladas métricas; Brasil, 2.17 toneladas métricas; y, Perú, 1.57 toneladas métricas.

    P. El Caribe colombiano tiene potencial de vientos y energía solar, que no ha sido aprovechada y en este momento no tiene generación propia, depende de la interconexión hidroeléctrica con el centro del país para poder abastecer un mercado que se considera el que más crece en el país ¿Qué podría analizar de este contexto?
    R. Los abundantes recursos hídricos de Colombia han eclipsado los esfuerzos para desarrollar otras tecnologías de energía renovable como la eólica, la geotérmica y la solar. Existe una percepción generalizada de que la capacidad hidroeléctrica adicional es la mejor y más rentable solución. La incertidumbre sobre la capacidad de generación y las preocupaciones sobre la confiabilidad de la energía no despachable aumentan la percepción del riesgo del sector financiero. Los costos más altos crean desincentivos para que las empresas reemplacen las fuentes de energía convencionales por fuentes de energía renovable. Colombia se ha unido al movimiento de América Latina hacia las energías renovables; la energía solar, eólica y la biomasa ahora comprenden más de un tercio de los 14,708 MW registrados en etapas tempranas del país. Es necesario mejorar la infraestructura de transmisión y se debe establecer un respaldo normativo para aprovechar el creciente impulso de las energías renovables.

    Fuente: EL HERALDO

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