Aseguran que además de no pagar derechos económicos, el costo final del montaje recaerá en el usuario final. Afirman que abre la puerta al monopolio del transporte.
El proceso por el que la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) adjudicaría las obras para el montaje de la planta de regasificación de Buenaventura antes de finalizar el presente año desató malestar y descontento entre las empresas petroleras que producen gas natural en el país.
Para las hidrocarburíferas, no es cierto que, no hayan suficientes reservas de este combustible “como lo viene afirmando” la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme).
Al respecto, las petroleras se remiten a un estudio “completo” que tiene la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), el cual señala que en el país si se desarrollaran los descubrimientos que se han realizado y anunciado, se tendrían suficientes reservas para abastecer y/o atender el 80% del déficit de gas del territorio hasta finales del 2024.
Incluso van más allá, y reiteraron que el país tiene un enorme potencial de recursos exploratorios adicionales estimados en 15 teras que le permitirían aumentar los remanentes de gas natural nacional si se impulsara y apoyara su producción.
“No entendemos porqué el Gobierno Nacional estimula la importación de este combustible, cuando lo que debería estar haciendo es dar todas las garantías y ayudando a los productores a encontrar más gas natural” aseveró Luis Alfredo Baena, vicepresidente Ejecutivo de Canacol.
SIN DERECHOS ECONÓMICOS
Baena afirmó que el gas importado no genera empleo, ni inversión social, no paga impuestos, ni regalías, ni derechos económicos.
“En cambio las productoras además de asumir todos esos rubros, adicionalmente tienen que competir con una importación de gas. El costo de la producción no lo asumen los consumidores, eso es del resorte de las petroleras. Son inversionistas privados que toca a riesgo de ellos hacer los desembolsos”, reiteró.
Otro de los argumentos que indican las productoras es sobre el error que existe es la curva de oferta de la Upme, en el que se asegura que el país necesita gas a partir del 2021.
Para las hidrocarburíferas, este reporte de la citada entidad solo incluye las declaraciones de producción de las compañías y no se tiene en cuenta el potencial adicional de producción de los recientes descubrimientos.
“La Upme debería contar con el desarrollo de los descubrimientos que se han hecho para establecer las reservas reales que necesita el país”, reiteró Baena.
Las productoras de gas indican además que el importar este combustible le costará a los colombianos más de un 60% de lo que cuesta el gas nacional.
Explicaron que el gas se consigue a US$4,50, pero con el importado el precio subiría hasta los US$7, sin contar el costo del proyecto de la planta de regasificación que son poco más de US$700 millones ($2,1 billones), que también sería asumido por los consumidores. Esto último se sumaría al 60%, es decir se generaría un sobrecosto cercano al 67%.
Con respecto a cómo se incrementaría la tarifa para los usuarios, las empresas gasíferas indicaron que por la sola puesta en operación de la regasificadora, este sería entre $30 a $40 por cada metro cúbico consumido.
El resultado lo desprenden del consumo mensual de los hogares que es de 17 metros cúbicos, esto significa que cada hogar pagaría entre $510 y $680 adicionales cada mes.
NO ES CLARA LA NECESIDAD
Ecopetrol, empresa que también participa en el sector y de la cual el Gobierno Nacional tiene un 85% de participación, ha insistido en que no es clara la necesidad de la planta de regasificación del Pacífico.
“La afirmación la ha sustentado la empresa en los éxitos exploratorios de los últimos meses, incluida la nueva provincia descubierta en aguas profundas del Caribe con los pozos Gorgon, Purple Angel y Kronos, así como en los hallazgos en tierra”, señaló un vocero de la petrolera.
La fuente consultada indicó además, que a la explicación anterior se suma el respaldo de la planta regasificadora del Caribe, que está en capacidad de soportar la demanda nacional en momentos críticos como fenómenos de ‘El Niño’.
Otro punto al que se remiten las productoras de gas es referente a la regulación que tiene el Gobierno Nacional para la planta de regasificación y que favorecería al monopolio transportador, y le permitiría dar prelación al gas importado frente al gas nacional.
“Es decir a ellos si se les permite que sean dueños de estas plantas regasificadoras”, indicó Baena de Canacol, y no dudó en afirmar que “es una competencia desleal y la prelación debe ser para el gas nacional”.
Al respecto, una carta de la ACP dirigida meses atrás al ministro de Minas y Energía, Germán Arce Zapata, frente a la entrada de la planta de regasificación del Pacífico, precisa que hay una falta de definición de las normas en materia de transporte y comercialización para el gas local, tema que es discutido por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).
“Cualquier nueva oferta o nueva infraestructura debe tratarse bajo las mismas normas existentes para la comercialización y transporte del gas natural, para que las diferentes fuentes de suministro compitan en igualdad de condiciones”, señala la misiva firmada por el presidente del gremio, Francisco José Lloreda Mera.
A renglón seguido, el texto del gremio petrolero indica además que “es importante priorizar la pronta expedición de propuestas regulatorias, que permitirían impulsar la nueva entrada de gas nacional al flexibilizar su comercio y acceso a transporte, ya que sus planes de producción podrían abastecer gran parte del mercado con gas local y aportarían al mayor desarrollo del país”.
Fuente: PORTAFOLIO