Ricardo Humberto Ramírez, director General de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) afirma que la integración de las energías renovables no convencionales tendría un costo cercano a US$1.200 millones.
Por su parte, Juan Esteban Hincapié, que se desempeña como gerente de Proyectos y co-fundador de Erco Energía dice que, “la integración de las energías renovables genera una matriz más confiable, más limpia y mejores precios”.
El directivo explicó al respecto que “la matriz energética se vuelve más confiable, porque -por ejemplo- en los meses en los que se presenta el fenómeno de El Niño, las hidroeléctricas tienen poca capacidad para generar energía. Esta es una oportunidad para que las generadoras de energía que son solares pueden complementar a las tradicionales, porque pueden producir picos en ese momento”.
Adicionalmente, “el mix energético se vuelve más limpio, por cuanto al entrar la energía solar, ésta desplaza fuentes como la generación con carbón o con combustibles fósiles, obteniendo una matriz energética más limpia”.
Y, agregó el gerente de Proyectos y co-fundador de Erco Energía: “cuando entra la energía solar al mercado, los precios comienzan a caer gracias a la competencia”.
Lo clave en esa integración, según el experto Jaime Arévalo Ozcoidi, gerente de Desarrollo de Negocio de Sofos Energía Colombia SAS, es que se trata de una estrategia de país, dirigida a dar independencia.
“Es clave el desarrollo de la generación de energía solar, porque ¡todavía no nos pueden robar el sol…! Con la energía solar no pasará lo que ha ocurrido con otros elementos generadores de energía, por ejemplo, combustible fósiles o carbón. ¡No podrán imponer, externamente, los precios al recurso!”.
Lo lamentable, según Arévalo Ozcoidi, es la falta de información precisa relacionada con la generación de energía renovables. “En Colombia, afirma, no existe registro de proyectos de energía renovable o de generación distribuida, o de casas o de empresas que montan su propio sistema fotovoltaico para abastecerse parte de su energía con el sol”.
Para Camilo David Cañón Tamayo, gerente de Colenergy SAS, la importancia de la integración y del avance en la estructuración de normas que impulsen la generación de energía solar “ha pasado a ser tendencia y convertirse en tema de política nacional”, por cuanto el proceso incluye a consumidores finales e impulsa la participación de la industria de los ciudadanos en la comercialización de energía.
Cañón sostiene que el Estado ha dejado de ser el actor principal como proveedor de energía. “Cuando ingresaron los privados mejoraron la calidad y cobertura del servicio”. El nuevo esquema de negocio -inspirado por la Resolución 30 de 2018, expedida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), plantea “la participación de esa industria y de esos ciudadanos para lograr objetivos energéticos y mejor costo de venta en el KW. Se trataría de negocio bilateral entre el comercializador con quien la genere”, dice Cañón.
Sin embargo, el artículo cinco de dicha Resolución estipuló dos restricciones para generar excedentes de energía: contar con un medidor horario bidireccional y no generar más del 15% del transformador de la zona donde será instalado el sistema.
Proyectos de desarrollo energético
Al finalizar 2017, la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) había aprobado proyectos de energía solar fotovoltaica por 289 megavatios en Cesar, Guajira, Magdalena, Bolívar y Atlántico; y 97 megavatios en Meta, informó el ingeniero eléctrico Ricardo Humberto Ramírez, director General de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme). Y, se encontraban en estudio la conexión de capacidades de generación de energía solar en Cesar, Guajira y Magdalena, por 119,8 megavatios.
Fuente: LA REPÚBLICA