Colombia está comprometida con el cumplimiento de los objetivos de reducción de gases efecto invernadero (GEI) trazados en el Acuerdo de París COP21. En la última medición realizada en Colombia, el 36 % de las emisiones del país se explican por la deforestación; el 26 %, por el sector agropecuario y el 10 % producido por el sector minero-energético (Ideam, 2016).
El país tiene el reto de asegurar un sistema de suministro de fuentes de energía que sea ambiental y socialmente sostenible, al tiempo que es confiable y eficiente. Con ese objetivo, en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) se han planteado las bases para el plan estratégico de transición y transformación energética, una hoja de ruta que nos permitirá alcanzar de manera armónica y coordinada los objetivos planteados.
En el PND se establecen las directrices para lograr 1. Aumento de cobertura 2. Seguridad energética 3. Un plan de transición energética que contempla la inclusión dentro de la matriz de generación de fuentes no convencionales de energía, como la solar y eólica; plan de eficiencia energética en industria, entidades públicas y edificaciones, además de las bases de transformación digital que permitirá incluir en el sector eléctrico temas como inteligencia de datos, ‘blockchain’, entre otros.
Al tiempo que se estableció la estrategia energética, el sector de minas y energía trazó el Plan Integral de Gestión del Cambio Climático (PIGCC) del sector minero-energético, convirtiéndose así en el primer sector en Colombia con una hoja de ruta específica para reducir la huella de carbono. En los próximos 12 años se implementarán estrategias de mitigación, adaptación y gobernanza que permitan reducir 11,2 millones de toneladas de emisión de CO2 y así contribuir con el 17 % de la meta nacional de reducción de emisiones de GEI.
Este plan nos permitirá ser más resilientes frente a las amenazas generadas por la variabilidad climática y contribuir de una manera consistente con la reducción de emisiones. El efecto conjunto a nivel global es determinante para cumplir con los acuerdos de París; paradójicamente, Colombia está entre los 20 países más vulnerables a los efectos del cambio climático, aunque solo expulse el 0,57 % de las emisiones del mundo y cuente con la sexta matriz de generación eléctrica más limpia del mundo. Por eso, hoy, en el marco del Día Mundial de las Reducciones de las Emisiones de CO2, reiteramos el compromiso que tenemos en la construcción colectiva de un mundo más resiliente.
La equidad es uno de los pilares fundamentales del gobierno del presidente Duque. En Colombia, 500.000 familias aún no cuentan con servicio de energía. Existen pocas cosas que sean tan transformadoras para generar oportunidades y mejorar la calidad de vida como la energía. Esta trae conectividad, educación, mejoras en agua, salud, desarrollo de fuentes de generación de ingresos, entre otros logros. Por eso, en este gobierno nos hemos trazado la meta de conectar 100.000 nuevas familias. Las nuevas fuentes de generación unidas a la disminución de costos de estas tecnologías son sin duda una oportunidad que capitalizaremos para llevar energía de manera sostenible a los colombianos que más lo necesitan, y así avanzar en el Objetivo de Desarrollo Sostenible n.o 7 hasta que los todos los colombianos tengan energía.
Con este plan consolidaremos la transición energética y así impulsaremos el desarrollo sostenible del sector minero-energético, con sentido social y ambiental.
Desde el Gobierno Nacional estamos comprometidos en hacer posible la transformación energética del país. El siguiente paso será la primera subasta de energía eléctrica de contratación de largo plazo a finales de febrero, que motivará la inclusión de las fuentes no convencionales de energía. Esto no solamente contribuirá a la diversificación y complementariedad de la matriz energética, sino que permitirá la reducción de la huella de carbono.
FUENTE: EL TIEMPO