Mucho revuelo y orgullo, pero poco entendimiento, generó la designación de Medellín como sede para el único Centro para la Cuarta Revolución Industrial que tendrá Latinoamérica y que será uno de los cinco con que contará el planeta.
La noticia se dio a conocer durante el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), celebrado en Davos (Suiza) el pasado 22 de enero. Pero ¿qué es y para qué sirve?
Alejandro Franco, director ejecutivo de la Corporación Ruta N, aclaró que no se creará una entidad nueva, sino que será un espacio en las instalaciones de Ruta N con base en un convenio realizado con la Alcaldía de Medellín y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincit).
“Contará con un equipo estimado de 14 personas, incluyendo su director y expertos en cada una de las tecnologías (internet de las cosas, inteligencia artificial, ‘blockchain’) capaces de diseñar políticas públicas de impacto nacional. Todo el equipo estará enfocado en promover marcos de acción para atraer y crear negocios de alto valor agregado que generen los empleos del futuro para los colombianos, y al tiempo permitir avanzar en productividad y competitividad”, explicó Franco.
Por otro lado, Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, informó que el centro operará desde el segundo trimestre del año e inicialmente se enfocará en tres frentes de trabajo: incrementar el uso de la inteligencia artificial por el Estado para combatir el lavado de activos, mejorar el recaudo de impuestos y reducir el contrabando. También buscará la creación de empleos de calidad alrededor del uso de tecnologías para mejorar la movilidad de la ciudad, el país y el continente.
Finalmente, pretende mantener el balance entre la privacidad y la utilización productiva de datos personales. Uno de los proyectos plantea utilizar ‘blockchain’, una tecnología con la cual se buscará organizar archivos de catastro y fomentar el manejo transparente de datos.
“Tenemos la posibilidad de que este sea un momento de crecimiento económico exponencial para la región. Temas que a veces parecen lejanos y complejos, como la ciencia de datos, la inteligencia artificial, el internet de las cosas o el blockchain, serán ahora estudiados y potenciados desde nuestra ciudad para irradiarlos a toda América Latina y el mundo”, expresó Gutiérrez.
Contará con un equipo estimado de 14 personas, incluyendo su director y expertos en cada una de las tecnologías capaces de diseñar políticas públicas de impacto nacional
Lo que sigue, explicaron expertos, es comenzar la implementación del espacio en Ruta N con el direccionamiento del WEF y los demás centros de la misma categoría que ya existen: San Francisco (Estados Unidos), Tokio (Japón), Pekín (China) y Bombay (India).
Cabe recordar que el mundo ha vivido tres revoluciones industriales: la primera, con la máquina de vapor; la segunda, con la electricidad, y la tercera, con el internet. La cuarta es la de los datos.
Entre los aliados, además del Mincit y el WEF, habrá participación del Ministerio de Tecnología de la Información y las Telecomunicaciones (Mintic), la Alta Consejería para la Innovación y las TIC, la Alcaldía de Medellín,así como representación del sector privado y del académico.
“Allí se definiría el rumbo estratégico del centro, y articulará a los actores y grupos de interés del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación del país, así como de América Latina”, dijo Franco.
La importancia de este espacio, agregó, es que empresas, emprendedores y centros de investigación del mundo llegarán al país a probar avances tecnológicos, habilitados por un marco normativo de vanguardia que les permita hacer sus prototipos en un ambiente medible, urbano y real.
Los retos
Desde Ruta N han encontrado que se requiere entrenar de manera pertinente para los empleos TIC a cerca de 19.000 personas en los próximos tres años.
“Esto implica que debemos seducir a 74.000 jóvenes de la ciudad para que comiencen a educarse en temas relacionados con ciencia, tecnología, matemáticas, entre otras habilidades. Para lograrlo, Ruta N viene trabajando con el ecosistema de innovación y entidades relacionadas con la formación de talento, con miras a generar un plan estratégico para lograr este objetivo”, indicó Franco.
Según Franco, será un faro orientador que reúne conocimiento de expertos globales y guiará a universidades, empresas y ciudadanía sobre las habilidades que requerirán los jóvenes para insertarse en el mundo laboral.
En Medellín ya hay proyectos de la llamada cuarta revolución industrial, por ejemplo, en cuanto a inteligencia artificial (máquinas que realizan acciones similares a las que antes hacían exclusivamente los seres humanos), se abrió un Centro de Excelencia para formar talento local, por lo que la ciudad es hoy pionera en automatización robótica de procesos.
“Algo similar sucede con el internet de las cosas, otra de las tecnologías que, sin que el ciudadano se dé cuenta, está en su día a día. Es el caso del Sistema de Alertas Tempranas de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), que a través de sensores distribuidos en toda la ciudad mide la calidad del aire y ayuda a tomar decisiones que beneficien la salud”, expresó el alcalde Gutiérrez.
Las cuatro fases iniciales del proyecto
Primero se revisará la política pública, e identificarán actores que puedan intervenir en temas específicos, con lo cual se precisarán las necesidades del Gobierno y la industria. En la segunda fase se detallarán cuáles son las políticas o cambios en gobernanza que tienen mayor posibilidad de lograr transformaciones sistémicas.
La fase tres implica el desarrollo de prototipos de política pública con entidades gubernamentales y el sector privado, con miras a probar los protocolos antes definidos.
Finalmente, se buscará escalar regional y globalmente lo probado en los proyectos piloto, mediante la difusión de los protocolos y marcos de referencia desarrollados.
FUENTE: EL TIEMPO